En la práctica farmacéutica diaria, es común atender a pacientes que buscan soluciones rápidas para sus dolencias, especialmente cuando se trata de infecciones. Sin embargo, es fundamental educar sobre el uso responsable de los antibióticos y destacar el papel crucial de los probióticos en el mantenimiento de la salud intestinal.
Uso Responsable de Antibióticos
Los antibióticos son medicamentos diseñados para combatir infecciones bacterianas. Su uso indebido o excesivo puede conducir a la resistencia bacteriana, un fenómeno donde las bacterias se adaptan y los antibióticos pierden eficacia. En España, más de 24.000 personas fallecen anualmente debido a infecciones causadas por bacterias multirresistentes.
Para promover un uso adecuado de los antibióticos, considere las siguientes recomendaciones:
Prescripción Médica: Los antibióticos deben ser utilizados únicamente bajo prescripción médica. No se deben emplear para tratar infecciones virales como resfriados o gripes.
Cumplimiento del Tratamiento: Es esencial completar el ciclo completo del tratamiento, incluso si los síntomas mejoran antes de finalizarlo. Interrumpir el tratamiento puede permitir que algunas bacterias sobrevivan y desarrollen resistencia.
No Automedicarse: Evite usar antibióticos sobrantes de tratamientos anteriores o compartirlos con otras personas. Cada infección es única y requiere una evaluación médica adecuada.
Importancia de los Probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, aportan beneficios a la salud, especialmente al sistema digestivo. Ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, esencial para una digestión óptima y una función inmunitaria robusta.
El consumo regular de probióticos puede ofrecer los siguientes beneficios:
Prevención de Enfermedades Intestinales: Los probióticos pueden combatir y prevenir afecciones como colitis, síndrome del intestino irritable y enfermedad de Crohn.
Mejora de la Digestión: Contribuyen a una digestión más eficiente y ayudan a combatir la acidez estomacal.
Regulación del Tránsito Intestinal: Pueden aliviar el estreñimiento y la diarrea, promoviendo un tránsito intestinal regular.
Aumento de la Absorción de Nutrientes: Facilitan la absorción de vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina B, calcio y hierro.
Probióticos y Antibióticos: Una Sinergia Beneficiosa
El uso de antibióticos, aunque necesario en muchas ocasiones, puede alterar el equilibrio natural de la microbiota intestinal, provocando efectos secundarios como la diarrea asociada a antibióticos (DAA). La administración concomitante de probióticos durante y después del tratamiento antibiótico puede ayudar a prevenir y mitigar estos efectos adversos.
Estudios han demostrado que los probióticos pueden reducir la incidencia de DAA, restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal y fortalecer la barrera intestinal
. Para maximizar los beneficios, se recomienda:
Momento de Ingesta: Tomar los probióticos al menos dos horas antes o después de la dosis de antibióticos para minimizar la interacción directa entre ambos.
Duración del Consumo: Continuar con la suplementación probiótica hasta una o dos semanas después de finalizar el tratamiento antibiótico para asegurar una restauración completa de la microbiota.